ENSENADA, B.C. | 2 de Ene de 2014 - 5:56 PM | Por: elvigia.net
Con una emotiva misa de recepción, más de 2 mil personas asistieron ayer a la catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, para celebrar la vida del sacerdote Ignacio Cortés Álvarez, quien fuera asesinado en su cuarto de la casa parroquial del templo de María Auxiliadora, en El Sauzal de Rodríguez.
Los restos del párroco de 56 años, quien fuera conocido por su feligresía como padre “Nachito”, fueron recibidos con una ovación desde que entraron por el pasillo central del recinto religioso hasta ser colocados al pie del presbiterio.
Los miles de fieles, entre los que se contaron ancianos, madres, motociclistas e incluso niños, lloraron mientras era llevada la caja que guardaba el cuerpo de quien fuera conocido por su humildad, alegría, cercanía con su comunidad y apegado a los mandamientos de la Iglesia.
La constante en la entrada, pasillos laterales y bancas cercanas al altar, eran las miradas reflexivas o rostros con semblante de tristeza; las manos en gestos de oración o utilizando pañuelos para secar las lágrimas. Había parejas abrazadas y otros que expresaban su dolor en silencio.
La misa en honor del reverendo padre fue presidida por el presbítero y administrador de la diócesis de Ensenada, Francisco Javier Jaime Pérez, y los concelebrantes fueron los padres Miguel Alba Pacheco, de San Judas Tadeo, y Jesús Cárdenas Núñez, ecónomo de la Arquidiócesis de Tijuana.
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