ENSENADA, B.C. | 2 de Ene de 2014 - 5:56 PM | Por: elvigia.net
Además de ser un momento difícil y doloroso la muerte del padre “Nachito”, también tiene que ser una semilla de crecimiento y semilla de vocación, expresó ayer el arzobispo Rafael Romo Muñoz durante la misa de exequias realizada en la catedral de Nuestra Señora de Guadalupe.
El religioso presidió la ceremonia previa al entierro del sacerdote Ignacio Cortés Álvarez, quien fuera asesinado el domingo pasado en su casa parroquial del templo de María Auxiliadora, en El Sauzal de Rodríguez.
En su sermón, Romo Muñoz reflexionó sobre la unidad de los creyentes y que, en ocasiones, los presbíteros se “quedan un poco solos en la defensa de la Iglesia”, pero enfatizó en que los fieles deben ser alegres y puso de ejemplo la reciente visita del Papa Francisco a Brasil.
“Los creyentes no pueden ser tristes. Nuestra Iglesia no puede ser de tristes, pero tampoco alegres si no conocemos nuestra fe (...) es un momento difícil, doloroso, la despedida de un hermano sacerdote pero tiene que ser semilla de crecimiento, de vocación”, señaló.
El arzobispo mencionó que el crimen reciente puede interpretarse también como una pérdida de fe y valores que los ponen en una situación crítica.
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